JUEVNTUD “EDUCADA”

Elizabeth Manrique Diego

En los últimos 6 años en la Republica Mexicana, según cifras  del  Instituto Mexicano de la Juventud los jóvenes mayores de 16 años optan por no seguir estudiando, esto se debe a que muchos de ellos tiene que salir a laborar y no cuentan con los recursos suficientes para cubrir su educación. Las reformas educativas no se han encargado de brindar las condiciones necesarias para cumplir con las demandas educativas a todos los niveles, en mucho de los casos solo se ha encargado de que los alumnos que llegan a tener educación media superior tengan  las mismas condiciones de encontrar un empleo que un alumno de educación básica, pero lo que se trata aquí no es de brindar al país gente que labore para beneficio de un “patrón” y que se conviertan en personas con un salario, si no que, en lo que a mi respecta se trata de brindar a la juventud los contextos necesarios para que se conviertan en humanos críticos y brindar sus servicios a quienes mas los necesiten.

 Por otro lado suena alarmante que el INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía), reporte que el 6.4  por ciento del Producto Interno Bruto este destinado a los Servicios Educativos, de los cuales el 5.0 es para Educación Publica y por alumno se destina hasta el nivel superior 60 mil pesos anuales, cabe considerar que una Licenciatura tiene costos de hasta 120 mil pesos al año, mientras que en otros gastos como lo son pago a funcionarios públicos cubren hasta 150 mil pesos anuales por funcionario. No cabe duda que se  le da más importancia a otras cuestiones que a la misma educación de los jóvenes.

Es desalentador y preocupante ver a los jóvenes marcharse a una fiesta con un poco de droga en las manos, que yendo a la escuela con su mochila en hombros, en muchas ocasiones me ha tocado oír  a niños que dicen que en ves de estudiar prefieren trabajar e irse de “reventón” como suelen ellos decirles. Pero más deprimente es enfrentarse a la realidad de que no pueden seguir sus estudios por que las autoridades y dependencias públicas no afrontan el problema como deberían. No basta con ofrecer becas de unas pocas monedas, hace falta también crear la infraestructura apropiada, los maestros capaces  de enseñar, sobretodo que se le designe lo mejor y lo suficiente al sector educativo que se ha ido descuidando.