Alan Ramírez
Las recientes elecciones en España presentaron un fenómeno digno de análisis: el pueblo español, en su mayoría (un total de 10 millones 830 mil 693 españoles), le brindó su voto al Partido Popular (PP) Español y le dio, de esta manera, la espalda al supuesto representante de las clases pobres de España, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). El representante del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, considerado como el más capaz para moderar la crisis española, fue vencido por su contrincante del PP por una mayoría absoluta. El PP se lo llevó todo (tambien se eligieron a los nuevos miembros del congreso), sin mover prácticamente un dedo. No hubo sorpresa en los resultados de las elecciones, lo sorprendente aquí es que las elecciones estuvieron marcadas por el castigo al PSOE más que por el mérito del PP. y es que, el votar por Alfredo Pérez Rubalcaba, significaba dar continuidad al gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero.