ABEL PÉREZ ZAMORANO
Pensando un poco en el título de este escrito, pienso que sí, la recíproca vale, y que el hombre nuevo, pleno, diferente al que ha formado nuestra sociedad, deberá ser fruto de una nueva sociedad, basada en otras relaciones sociales; pero también es cierto que el abrir paso a esa sociedad demanda transformar a los hombres educados en ésta, para que sumen esfuerzos en pro de algo mejor. La relación, pues, es de doble sentido. Yo me refiero hoy a la importancia de educar seres humanos mejores, a partir de lo que nos da la sociedad actual, para, con su concurso, ascender a un estadio superior de desarrollo.