Leila Fedra Molina
En boga se encuentra el rechazo por parte Comisión Federal de Competencia (CFC), organismo encargado de prevenir y eliminar las prácticas monopólicas en el mercado, a la propuesta de compra de la mitad de la telefonía Móvil Iusacel por parte del magnate Televisa. Dos pareceres a favor y tres en contra fue el resultado de la votación; el argumento utilizado para el rechazo de esta unión fue que, aunque Iusacell sólo tenga un 4.5 por ciento del mercado de telefonía móvil, los comisionados de la CFC privilegiaron otros factores, por ejemplo, el de la competencia en la industria de la televisión abierta, argumentando que habría riesgo en la fijación de las tarifas publicitarias en los canales de Televisa (de Azcarraga) y TV Azteca (de Salinas Pliego). Y aunque Iusacel y Televisa digan que la decisión estuvo “basada en suposiciones y presunciones hipotéticas, e ignora los efectos nocivos de la alta concentración que hay en el mercado de telecomunicaciones" lo cierto es que de haberse aprobado ésta unión, se habría convertido en una poderosa competencia contra al magnate de las comunicaciones, y también hombre más rico del mundo, Carlos Slim.
Este conflicto no es nuevo, ya que en octubre del 2010, Eduardo Pérez Motta(presidente de la CFC) dijo que Televisa tenía la instrucción expresa de la CFC de no cerrar la compra hasta que no contara con la autorización del órgano antimonopolios, sin embargo, Televisa informó que como parte de la transacción anunciada, al cuarto trimestre del 2011(abril), ésta completó su inversión de 1,600 millones de dólares, de los cuales 35 millones se invirtieron en capital y 1,565 millones de dólares en deuda cambiable de Iusacell, así la deuda tiene una tasa de 2.0% y la fecha de conversión es en, o antes de, diciembre del 2015. Entonces Iusacell ya comenzó a invertir los recursos recibidos con el propósito de anclar y poner en pie su plan de negocios, expandir su infraestructura y acrecentar su base de clientes.
A pesar, incluso, de cambiar la dirección de sus oficinas, y de haber hecho circo, maroma y teatro para no recibir notificación de la resolución, la respuesta es clara: un rotundo no a dicha alianza!!
Sin querer queriendo, la CFC favoreció (por el momento) al magnate en telefonías, pero la contienda no se quedará así, pues los derrotados (hasta donde se sabe) quedaron en revisar detalladamente la extensa resolución de que se les hizo entrega (vuelvo a repetir: a jaloneos, patadas y sombrerazos), y harán llegar a la comisión y/o a la instancia legal competente “los argumentos para que se analice a fondo la conversión".
La batalla entre gigantes pudientes continuará, pero de antemano sabemos que el único perdedor en estos dimes y diretes será únicamente el pueblo mexicano, pues la intención primera de éstos dos magnates no es la de aumentar la competencia en el mercado de telecomunicaciones para evitar el desembolso de miles de millones de dólares anuales por parte de los usuarios, sino, por el contario, con el claro objetivo de sangrar a muchos para que pocos tengan más, es decir, la clara rapiña del capital sobre el pueblo trabajador. Lamentablemente cierto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario