lunes, 20 de febrero de 2012

TRIUNFO DE LA HUELGA DE TRABAJADORES EN PANAMÁ




Ricardo Torres

Este 16 de enero del año en curso, más de 5 mil trabajadores panameños que laboran en el mega proyecto de la ampliación del Canal de Panamá (donde se construye un tercer juego de esclusas, es decir, la habilitación de un tercer “carril” para el transito marítimo de barcos con mayor tonelaje), suspendieron labores y se declararon en huelga  contra el consorcio empresarial denominado Grupo Unidos por el Canal (GUPC), que encabeza la transnacional española Sacyr  Vallehermoso.

Bastaron seis días de huelga para que finalmente concluyeran las negociaciones con un indiscutible y contundente triunfo de los trabajadores afiliados al Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares (SUNTRACS): logrando un sustancioso reajuste al salario mínimo que desde hace más de 30 años que, por decreto constitucional, se mantenía “congelado” para todos los trabajadores de la construcción en el área canalera, incrementándose de 2.90 a 3.34 dólares por hora y un 12.5 por ciento para trabajadores especializados; el pago de salarios rezagados; corrección de las fichas de Caja del Seguro Social; ajuste en el cálculo y pago de horas extras; mejoría en las medidas de seguridad; eliminar el maltrato que personal extranjero realiza contra los trabajadores panameños; el pago del 75 por ciento de salarios caídos y la garantía de evitar cualquier tipo de represalia contra los trabajadores.

La huelga, como herramienta de lucha de la clase trabajadora, obligó al gobierno derechista de Ricardo Martinelli y al grupo de empresarios conformados en el GUAP, a sentarse a negociar  las diversas medidas de solución a las justas demandas de los trabajadores. Y bastó una semana de huelga para que la unidad obrera doblegara a poderosos intereses económicos y políticos.

El Canal de Panamá es la vía marítima más importante de América; una de las principales vías de comercio mundial, de navegación interoceánica entre  el Atlántico y el Pacifico, por sus aguas se desplazan millones de millones de dólares en mercancías que circulan y se distribuyen por todo el mundo. El Canal de Panamá es, por tanto, el centro de la actividad económica de aquella nación, con un ingreso superior a los 6,500 millones de dólares en los últimos 12 años. Recordemos que, como resultado del tratado Torrijos-Carter, suscrito en septiembre de 1977, el gobierno de EU devolvió la soberanía del Canal a Panamá, y, por tanto, desde el primer día del año 2000, a través de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), el gobierno panameño asumió la administración, financiamiento y mantenimiento de esta importante vía marítima.

El GUAP, que tiene proyectado concluir los trabajos de Ampliación del Canal para octubre de 2014, fecha en que habrá de celebrarse el centenario de la inauguración del Canal (1914), está conformado por cuatro poderosos grupos empresariales: Sacyr Vallehermoso, empresa española líder en tecnología e ingeniería de punta; Impregilo, empresa italiana, líder mundial en construcción de proyectos hidráulicos; Jan De Nul Group, empresa belga, especialista en dragado, relleno y construcción marítima y CUSA, principal empresa constructora de Panamá, quienes coludidos con la ACP, benefician a una pequeña elite empresarial nacional y extranjera.

Es importante la lección que los trabajadores panameños le ofrecen a los obreros del mundo: derrotar a cuatro importantes consocios empresariales, a un gobierno antiobrero y modificar la propia legislación laboral panameña. Confirmando con ello, que la fuerza de trabajo es el elemento determinante en la producción de la riqueza social y  que la clase trabajadora, unida y organizada, es invencible!   

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