viernes, 22 de abril de 2011

El por qué de la filosofía (I)

Don Catrín de la Fachenda
Reciente mente recibí de mi amigo de la infancia “Fígaro” una invitación para colaborar para éste honorable medio. “Horizonte Político” me decía, “¿horizonte qué?” contestaba yo. Después de la debida explicación sobre el proyecto que representaba un blog de análisis, pregunte: ¿y yo en que puedo colaborar? , “en lo que más te guste”, contestó “Fígaro”. Así fue como recordé alguna platica que tuve con otra amiga de la infancia que me decía que yo acostumbraba ser “aprendiz de todo y maestro de nada”. Palabras no muy halagadoras que digamos, sin embargo, tales me permitieron recordar una de mis más grandes pasiones: La filosofía.
¿Por qué la filosofía? bueno pues porque comúnmente se acostumbra decir que la filosofía es el estudio del “todo”, lo cual, si lo aceptamos de esta manera, derivaría necesariamente en el estudio de la nada.
Es por eso que en mí primera colaboración para “Horizonte Político” me propondré explicar una de las actividades intelectuales más bellas que el ser humano es capaz de desempeñar.
El estudio de la filosofía ha traído históricamente consigo múltiples cuestiones: ¿la filosofía es una ciencia? ¿Es posible estudiar el “Todo”?  ¿Tiene algún sentido práctico su estudio?

Muchos son los debates que se han suscitado sobre tales cuestiones. Podemos decir que la filosofía, en sentido estricto, no es una ciencia, ya que para ser una ciencia, ésta tendría que tener, como dicen los científicos, un objeto de estudio bien definido (el “Todo” no puede estar bien definido), un método, también bien definido (la filosofía ha tenido varios a través de su historia), y, finalmente, sus resultados deberían de poder comprobarse en la realidad (uno de los talones de Aquiles históricos en la filosofía).
Ahora bien, ciertamente el  simplificar a la filosofía como el estudio del “Todo” significaría decir  que es el estudio de nada. Algunos mencionan que, como su sentido etimológico lo dice, es el amor a la sabiduría, otros dicen que es el estudio de los fundamentos últimos de todas las cosas, otros mencionan que es el estudio más general de los problemas más generales y supremos. Sin tratar de darle una determinación absoluta a la filosofía, podemos decir que si, efectivamente la filosofía es el estudio del todo, pero no solo eso, es el estudio del todo y la interacción de sus partes. Así es, allí donde la ciencia trata de explicar los fenómenos concretos, la filosofía estudia la interacción existente entre todos estos fenómenos concretos   los cuales, unidos, forman la “totalidad”.
Llegamos a la conclusión de que la filosofía es  una forma de la conciencia social, la forma de la conciencia social que se encarga del estudio de los fenómenos más generales y de la interacción de sus partes.
En posteriores colaboraciones continuártenos desarrollando este importante tema; ¿Qué es la conciencia social? ¿Por qué la filosofía es una  “forma” de la conciencia social? 

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