viernes, 22 de julio de 2011

LA ESENCIA DEL FMI Y LA DERROTA DE CARSTENS


Jacobo Cervantes

A propósito del  triunfo de la francesa Christine Lagarde para dirigir el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la derrota de Agustín Carstens, actual gobernador del Banco de México, habría que decir que el fracaso de éste era predecible ya que el sistema de elecciones del FMI depende del poder político y de las cuotas que aportan sus principales miembros. De esta forma, tenemos que el imperialismo norteamericano tiene un poder determinante en la toma de decisiones del organismo, seguido por la fuerte Unión Europea. Por tanto, las posibilidades de que Carstens pudiera ocupar dicha dirección eran más que remotas.


Este hecho, sin duda, ha permitido que dicho organismo internacional cobrara notoriedad, sobre  todo, ante la siguiente cuestión: ¿cuál es la función del FMI?

Pues bien, el FMI es una institución creada en 1945 con la finalidad de regular la economía mundial a través de la implementación de políticas monetarias a nivel internacional, estableciendo “recomendaciones” económicas y prestamos millonarios a sus países miembros. Actualmente está constituido por  187 naciones de las cuales 24 conforman su consejo ejecutivo.

La dirección de dicho organismo es, pues, determinante en el rumbo de la economía mundial; por ejemplo, cuando un país miembro es amenazado por alguna crisis económica que pone en riesgo el “equilibrio” de la economía mundial, el FMI entra al rescate  otorgando un préstamo a tal país, no sin antes, claro está, imponerle severas condiciones en el cumplimento de los pagos y sus correspondientes intereses. Así, los países poderosos del orbe, resguardando y vigilando celosamente los intereses del capital, imponen al resto del mundo las políticas económicas que estos deben adoptar.



Medidas de tipo “neoliberal”, es decir, políticas económicas sujetas al mercado y al libre cambio, que no permiten la intervención del Estado en la economía, y cuyas consecuencias van en franco detrimento de las condiciones de vida de los pueblos pobres del mundo.

El FMI es, pues, una institución usurera creada para salvaguardar los intereses económicos de las clases dominantes en el planeta. Luego entonces, que nadie se engañe, una institución de ese tipo no solucionará, ni con Lagarde, ni con Carstens, ni con nadie, los terribles problemas y consecuencias que genera el modelo económico capitalista. Los trabajadores del mundo no necesitamos organismos agiotistas internacionales, lo que demandamos es trabajo y una mejor distribución de la riqueza que producimos, es decir, un modelo económico distinto, más equitativo y justo.


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