viernes, 22 de julio de 2011

El futbol mexicano: las dos caras de la moneda




Vladimir Pérez Gómez

La Cara Amable
 
Arranco esta colaboración pidiendo una disculpa a toda la gente del Horizonte Político por haber dejado de forma tan intempestiva la edición, pero la ausencia se debió a motivos de trabajo. Veo que Hugo Martínez  (también colaborador de Horizonte Político en Deportes) habló del tema del triunfo de la selección mayor de México, 4 por 2 en contra del acérrimo rival, Estados Unidos, en la final de la Copa Oro de este año, pero no me corresponde a mi hablar de ese tema por ahora. Hablemos del tema de moda, del que acapara todos los reflectores y las candilejas: la selección sub 17 de nuestro país que en días recientes, para variar, consiguió lo que ningún equipo local pudo en la historia de dicho certamen: alzarse con la copa. Dicho de otro modo, hizo valer la localía de los miles y miles que asistieron, no solo ayer al estadio Azteca para ver la final, sino de los que estuvieron en Morelia en los primeros 2 partidos, o en Monterrey, Pachuca o Torreón, para apoyar de manera fiel y sin reservas a este mal llamado mini tricolor.





La Cara triste:

Ahora, adentrándonos en el plano meramente futbolístico, el equipo mexicano no mostro una superioridad aplastante en todos sus encuentros de este mundial, es mas, se mostro débil a la defensiva y por algunos lapsos de juegos, como el celebrado contra Holanda, contra la misma Francia, o en semifinales contra los alemanes, mostro carencias en medio campo que redundaron en goles sonoros o llegadas al área. Pero no todo fue negativo, los chicos mostraron cosas que los mayores ni siquiera conocen: amor al juego, hambre de triunfo, y sobre todo, una fuerte mentalidad para salir de momentos adversos, lo que los llevo a la consecución del objetivo que se habían planteado tácitamente dadas las condiciones en que se desarrollo la justa: el campeonato.
Y dando un giro de 360 grados llegamos al momento tétrico de la colaboración, si gente, voy a hablarles de la sub 22, si. Después del penosísimo incidente en el hotel de Quito, que nos puso en la boca hasta de Antena tres por aquello de que estaba involucrando Jonatán dos Santos, jugador del Barcelona B (ya no hayan con que tirarle al Barça, pero esa es otra historia) y los parches de tilichería de crucero que le pusieron a este equipo, no se podía esperar un resultado mas alentador que el  obtenido, tres derrotas en tres partidos jugados, ahí nomás, como dijera el maestro de maestros Clavillazo. La primera derrota contra el que, a mi parecer, luce como el equipo mas vistoso y espectacular de la Copa América: la selección chilena, por marcador de 2 goles a 1; y el segundo, en un partido mas aburrido que otra cosa, en el que se murió de nada el equipo dirigido por Luis Fernando Tena, y en el que lucio sin alma ni espíritu y en el que barrio las gradas del estadio con el prestigio ganado durante años de picar piedra por parte del futbol mexicano, una derrota, de risa, si, pero justa a fin de cuentas, ante el combinado peruano, dirigido por el "Pingüino", Sergio Markarian.

Lius Fernando Tena

Haciendo un balance, a pesar de lo felices que podamos estar por la victoria de la sub 17, basta con voltear hacia Argentina a ver lo que pasa para que nos entren dudas, no pequeñas, de enormes tamaños acerca de lo que ha conseguido el futbol nacional en los últimos meses.
 Ya no hablamos de otras cosas importantes que han sucedido a nivel internacional, pero a destacar queda lo hecho por Sergio Pérez  en el legendario circuito de Silverstone, un logro que merece ser reconocido, al menos por los que si se enteraron.

Posdata: que nadie se cuelgue del triunfo de la sub 17, tampoco que nadie se suba al carro de la victoria, solo tiene cupo para los jugadores y cuerpo técnico, que si hicieron su chamba. (Saludos a Decio de María y a don Justino, y a todos los dueños y directivos oportunistas, acostumbrados a saludar con sombrero ajeno).



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