Y sin embargo no mejora

Alan Ramírez

“México está cambiando, les guste o no les guste a varios, y avanza en la dirección correcta, es algo que no debemos perder de vista y eso, más allá de un discurso, de un recurso retórico, recuerden que es importante valorarlo”.

A primera vista el lector se preguntará si me he vuelto loco, y es que tales declaraciones, además de un tanto paranoicas,  son dignas de un todo un “ciego” político. La cita –aclaro- es de nada más ni nada menos que de nuestro secretario de Hacienda y Crédito Público, Ernesto Cordero, pronunciada durante un evento político del gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle.

A tales niveles de distorsión llega el que para algunos (incluyéndose él mismo) es considerado como posible “presidenciable”. Ya que dígame usted, ¿a quién no le gustaría que la economía mexicana mejorara?  Quizás  a “revisionistas enemigos políticos” que busquen desairar  su trabajo con fines oportunistamente  “electoreros”. Parece que así lo piensa nuestro optimista funcionario.

Ernesto Cordero, Secretario de Haciendo y Crédito Público

¿Se le habrá  ocurrido en algún momento que las críticas vertidas al gobierno Federal y, por tanto, a su administración  en el importante puesto que éste ocupa, no son más que el resultado  de la debilidad económica  que pega en el bolsillo de todos los mexicanos?

Pero eso no fue todo lo que dijo Cordero, también asentó que en los últimos 10 años México ha podido consolidar su “estabilidad” económica, pese al embate sufrido por la crisis y “advirtió” que volver al pasado, no sólo significa retroceder políticamente, sino recaer en graves problemáticas como la miseria, el clientelismo y el rezago. En resumen un comercial del mandato panista.

¿Estabilidad económica?  Se olvida que, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la tasa de desempleo del primer semestre de 2010 fue históricamente la más alta desde el año 2001; también olvida que solo durante lo que va del sexenio de Felipe Calderón  ya hay 30 mil muertos a causa de su guerra contra el narco; y que, es una opinión generalizada que, en éste último caso, “la medicina salió más cara que la enfermedad”.

Y en lo que concierne a la Secretaria de Hacienda y Crédito Público no debemos olvidar los llamados gasolinazos, que,  contrario a lo que dice su titular y precisamente por ser un producto “inflacionario”,  afecta inmediatamente a los estratos más pobres de la población, y, por tanto, destantea macroeconómicamente al país. Políticas de redistribución del ingreso que lo único que hacen es concentrarlo en unas cuantas manos.

A pesar de ser muy prematuro para hacer especulaciones acerca de las próximas elecciones Federales, me atrevo a decir que, “presidenciables”  de tan cortas miras y de tal ceguera política, serán descartados en su momento ya que, los discursos vanos y demagógicos no se comen y eso le queda claro a todos.