Ricardo Torres
El pasado 31 de octubre de los corrientes, en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Distrito Federal (JLCADF), más de 1,200 trabajadores de la empresa “Call Center ATENTO México”, sección 187, intentaron realizar el segundo recuento laboral para elegir democráticamente al sindicato de su preferencia, esto como parte del proceso de demanda por la titularidad del Contrato Colectivo de Trabajo promovida por el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM), en contra del Sindicato Progresista de Trabajadores de Comunicaciones y Transportes de la República Mexicana (SPTCTRM), quien, en complicidad con la empresa, las autoridades de la JLCADF y el GDF, han hecho hasta lo imposible por impedir que los trabajadores elijan libremente al sindicato que mejor represente sus intereses.
En el recuento afloraron las más viejas y sucias maniobras empresariales para seguir imponiendo al sindicato patronal (SPTCTRM): la compra de conciencias; amenazas de despido; manipulación unilateral del padrón de trabajadores con derecho al voto; acarrearon a empleados ajenos a la sección 187 y obligaron a votar al personal de confianza; amedrentaron a los trabajadores y utilizaron golpeadores a sueldo para impedir el recuento. Y todo ello con la pasiva complicidad de la JLCADF. El proceso fue suspendido, la empresa reventó el recuento y las autoridades declararon finalmente que “no existían condiciones” para la realización del mismo.
Cabe mencionar que el primer intento de los trabajadores de ATENTO por sacudirse al sindicato patronal fue el 2 de julio de 2010, sin embargo, aquel recuento fue también suspendido ya que los golpeadores de la empresa, como ahora, impidieron la votación. El STRM ha solicitado la intervención del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje para que, por tercera ocasión, la JLCADF reprograme el recuento, y al GDF para que brinde las garantías de seguridad para su correcta realización.
ATENTO es una empresa que ofrece servicios de comunicación, administración, información, comercialización y gestión a otras empresas. Es, pues, una compañía outsourcing donde la capacitación y colocación de personal es una de sus principales actividades. Se trata de una empresa privada propiedad del Grupo Telefónica de España que emplea a más de 150 mil trabajadores en 17 países, principalmente de América y Europa, donde, a través de centros de atención de llamadas por teléfono, conmutador, fax, e-mail, chat, mensajes de texto o multimedia, ofrecen sus servicios de asistencia a empresas como Wal-Mart, Banco BBVA-Bancomer, Banco Santander, aseguradora Metlife, entre otras.
En México, la compañía ATENTO emplea, en total, a más de 18 mil trabajadores, y se ha caracterizado por ser una empresa que viola flagrantemente las leyes laborales: impide la libre organización sindical; realiza despidos injustificados; incumple en el pago de horas extras, aguinaldos, utilidades, bonos de productividad y demás prestaciones laborales. Luego entonces, la lucha de los trabajadores de ATENTO para deshacerse del sindicato patronal y adherirse al STRM es una lucha justa y correcta.
No obstante, para la realización del próximo recuento se requerirá una definición previa y precisa del padrón de trabajadores con derecho a voto, pero sobre todo, de la movilización de miles de trabajadores del STRM para exigir el cabal cumplimiento de la ley y resguardar la limpia realización del próximo recuento. La mejor garantía en defensa de los trabajadores es, y será, la participación consciente y organizada de los propios trabajadores.
Este conflicto ilustra de manera contundente el verdadero papel que juegan las Juntas de Conciliación y Arbitraje en nuestro país: organismos laborales al servicio de los patrones, instituciones que actúan siempre en favor de los dueños del poder económico y político. Luego entonces, el caso ATENTO no es un hecho extraordinario en la vida laboral de nuestra nación, sino, por el contrario, es el pan nuestro de cada día. Si bien este problema aparece como noticia en algunos medios de comunicación, lo cierto es que los trabajadores de México sabemos que esta es la forma cotidiana como actúan las autoridades del trabajo.
La mayoría de las empresas en nuestra nación utilizan contratos de protección para eludir responsabilidades laborales con sus empleados y, violentando la Ley Federal del Trabajo, impiden que estos se organicen sindicalmente. Pero, además, cuando los trabajadores resuelven luchar por sacudirse del sindicato patronal resulta que las Juntas de Conciliación y Arbitraje actúan en franca parcialidad favoreciendo a los patrones. Las demandas por titularidad de Contrato Colectivo de Trabajo llegan a prolongarse por meses e incluso años, con el claro objetivo de, por un lado, desalentar la participación de los trabajadores en su genuina lucha por elegir una nueva representación sindical, y por otro, que los patrones cuenten con el tiempo suficiente para comprar o despedir a los trabajadores incómodos y, llegado el recuento, utilicen todas las maniobras que hoy vemos en el caso ATENTO para ganar tramposamente la titularidad, o bien, en caso de verse en desventaja, hacer lo imposible para reventar la elección y posponerla por tiempo indefinido, claro está, en detrimento de los trabajadores.
La lucha por conquistar un genuino sindicalismo en nuestro país exige de una alta conciencia política y una determinación inquebrantable por parte de los trabajadores ya que estarán sometidos no sólo a la feroz oposición de los patrones, sino también a la abierta complicidad por parte de los charros sindicales y de las autoridades laborales y políticas. La lucha en ATENTO pone al desnudo la impostergable necesidad que tenemos los trabajadores mexicanos de politizarnos y organizarnos como clase social en la defensa de nuestros legítimos intereses, en la diaria lucha que libramos contra la poderosa clase empresarial y sus acólitos de siempre. No hay de otra.
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