lunes, 31 de octubre de 2011

LEONARDO DE DEUS, EL DEPORTE Y LA MERCADOTECNIA

Bruno Tlacaélel García López

Están finalizando los XVI Juegos Panamericanos Guadalajara 2011. El talento, inteligencia, voluntad, disciplina, entereza y la garra de los jóvenes atletas de nuestro continente, nos han dejado impresionados.


  Pero hubo un hecho que dejo al desnudo los hondos intereses económicos y comerciales que subyacen en este tipo de competencias deportivas internacionales. El  brasileño Leonardo de Deus, de 20 años, celebraba emotivamente dentro de la piscina su triunfo en una  cerradísima competencia de natación de 200 metros estilo mariposa, donde superó al estadounidense David Madwed y a su compatriota Kaio Almeuda. Sin embargo, en unos instantes, la felicidad se borró de su rostro y comenzó la amargura; los jueces lo descalificaron porque su gorro incumplía con el reglamento sobre patrocinadores. Deus perdía así la medalla de oro por competir con un gorro patrocinando la marca Yakult, marca no autorizada en estos Panamericanos, pues el patrocinador oficial es la empresa estadounidense Nike. De inmediato el equipo técnico de Brasil protestó ante los jueces y, después de una acalorada discusión que se prolongo por más de 30 minutos, en un acto de elemental “justicia”, se resolvió devolverle a Deus su medalla de oro. Al final de cuentas triunfó el deporte, reconociéndose la victoria de Deus quien en la alberca fue, sin lugar a duda, el mejor nadador.

Nadie niega que en muchas ocasiones, para poder sostener los grandes costos que implica una competición continental e intercontinental, se tenga que recurrir a los patrocinios, sin embargo, eso es muy diferente a descalificar el inobjetable triunfo de un deportista, es decir, poner en primer plano los acuerdos, exclusividad e intereses del patrocinador por encima de la competencia misma. Lo ocurrido en la final de 200 metros mariposa es sólo una muestra de cómo el deporte a nivel mundial, de ser una actividad para el desarrollo y transformación del ser humano, se ha convertido en un jugoso negocio controlado por los dueños del dinero; la primera decisión de los jueces fue la descalificación inmediata de Deus por promocionar una marca no autorizada, y  fue la protesta e inconformidad de los técnicos brasileños, lo que exigió a los oficiales reconsiderar su injusta decisión.

Leonardo De Deus, frustrado por la descalificación.
El hombre y el deporte deben estar siempre por encima de la mercadotecnia. Por tanto, impulsar el deporte entre los pueblos del mundo es y debe ser una necesidad inaplazable por ser una de las actividades que sirven para que el ser humano pueda desplegar todas sus capacidades físicas y mentales, pero no sólo para la competencia nacional e internacional, sino como una actividad cotidiana del individuo, como una forma de procurar el bienestar para nuestra salud; desintoxica el organismo, fortalece nuestro sistema muscular, mejora la capacidad de la memoria, ayuda a quitar el estrés, levanta el ánimo y, además, mejora el aspecto físico de las personas que lo practican.

 Lamentablemente, en estos tiempos que vivimos, todo, absolutamente todo, se ha convertido en mercancía. La mercadotecnia ha penetrado en la inmensa mayoría de los deportes, utilizando los uniformes y materiales deportivos para promocionar marcas comerciales y estimular así  el consumo de diversas mercancías. Combatamos, pues, a los usureros de la mercadotecnia, disfrutemos de las apasionantes competencias nacionales e internacionales y practiquemos deporte. Vale

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