lunes, 31 de octubre de 2011

Paradigmas de la economía



Alan Ramírez

Las perspectivas para la economía mexicana no mejoran. Según el más reciente informe del Fondo Monetario Internacional, el Producto Interno Bruto de México ya no crecerá en un 4.7 porciento como se había previsto anteriormente, sino en un 3.8 porciento. Pero México no es la única economía que disminuye sus perspectivas de crecimiento, el mundo entero bajó  en 0.5 por ciento; lo que el FMI calificó como “una nueva fase peligrosa”, es nada más ni nada menos que una nueva crisis económica.

En alguna ocasión escuche a un catedrático mencionar que las crisis económicas, “ofrecen un laboratorio social” para que las ciencias sociales, en concreto la economía, “experimenten” y traten de resolver dichas crisis.


La ciencia económica, como cualquier otra ciencia, busca resolver los problemas concernientes a su objeto de estudio, y en este caso lo concerniente a su desenvolvimiento a través del tiempo; en este caso las crisis económicas.    

La correcta distribución de los recursos “escasos” es, dicen los académicos, la principal tarea de la economía. La satisfacción de las necesidades humanas ilimitadas con recursos “limitados” es uno de los paradigmas teóricos de la economía actual, por lo tanto, continúan, es necesario asignar los recursos de manera eficiente, de modo que se maximice la utilidad tanto de productores como de consumidores, de esto se encargará el mercado, y la ciencia económica por su lado, sólo debe analizar este proceso y ayudar en lo que se pueda a la mano invisible del mercado por medio de políticas económicas. A eso se reduce el paradigma que justifica que la ciencia económica de hoy día sea una simple crematística incapaz de resolver los problemas prácticos que azotan al mundo en la actualidad: bolsas cayendo por todo el mundo, empobrecimiento generalizado de la población, devaluaciones, inflaciones y el endeudamiento de las grandes potencias capitalistas son solo algunos de los problemas que no pueden ser resueltos por los grandes modelos matemáticos a los que recurre la economía actual, en especial el llamado neoliberalismo.  

Las corrientes más “progresistas” por su parte, se limitan a revivir el espíritu keynesiano y a decir que lo que la economía hoy día necesita es la intervención y la regulación del Estado, sin tener en cuenta lo que esto trajo como consecuencia en su momento. Veamos.

Jhon Maynard Keynes
 Corría el inicio de la década de los 70 y tanto la teoría económica como la política económica misma concordaban que, el Estado tenía que intervenir en la vida económica de la sociedad, y así se hacía, sin embargo por ahí de 1973 comenzó algo  que no tenía precedentes: estancamiento de la economía con inflación (los estudiosos del tema saben que la inflación casi siempre trae consigo un crecimiento de la economía), la intervención del Estado en la economía había traído consigo no un crecimiento, sino una nueva crisis. Fue ahí cuando viró  el rumbo tanto de la teoría económica, como de la política económica hacia lo que hoy día conocemos como neoliberalismo.

Hoy a ya casi 32 años de la implementación del neoliberalismo en México y el mundo, la ciencia económica moderna debe replantear su rumbo, ya no basta con un regresó tal cual al intervencionismo estatal, tampoco es prudente continuar con la independencia económica. Ni una ni otra, ambos son paradigmas derrotados. Entonces, se preguntara, ¿cuál es el rumbo que debe tomar?  Y yo contestaré: el rumbo de la verdadera ciencia, la que no se olvida que, ante todo, la economía está al servicio de la sociedad humana en su conjunto, al servicio de las mayorías, la que no busca remediar y ocultar los problemas de un sistema decadente, ese es el rumbo que debe tomar la economía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario